Hay un par de preguntas que me hacen con regularidad en mi entorno: ¿cómo se puede saber si una traducción es de calidad? y ¿cómo puedo cotejar la calidad de una traducción si desconozco el idioma en cuestión? Ambas cuestiones son buenas y muy adecuadas si tienes entre manos un documento que debes traducir y que necesariamente tiene que estar bien traducido.
Hay muchas personas que, con frecuencia, argumentan que la calidad en traducción es subjetiva. Sin embargo, existen criterios objetivos de calidad tanto para la traducción en sí, como para el proceso de trabajo y de servicio que merece la pena tener en cuenta y que quizá te ayuden a dar una respuesta a las preguntas anteriores.
Para no irme por las ramas te voy a enumerar unos criterios básicos que los proveedores de servicios de traducción de calidad deben cumplir impepinablemente:
Respecto a la traducción
- La transferencia del contenido del texto de origen al texto de destino debe ser fiel.
- La elección de aspectos fundamentales como terminología, vocabulario, giros, expresiones, tecnicismos y jergas específicas de cada sector y profesión en el idioma de destino debe ser la adecuada.
- El uso de la gramática, ortografía, puntuación y sintaxis, así como la transcripción de fechas, nombres, datos, etc. en el idioma de destino tienen que ser correctas.
- El estilo y las formas del lenguaje deben ser los pertinentes para los fines del texto y la intención de su autor.
Respecto al proceso de trabajo
- El proceso de trabajo tiene que estar certificado según normas nacionales y/o internacionales. En la actualidad es de aplicación en el sector de traducción la norma internacional ISO 17100.
Respecto al servicio dado
- La rapidez y precisión en las respuestas dadas a las consultas planteadas por los clientes muestra que el trabajo ha sido realizado por profesionales cualificados.
- El cumplimiento de los plazos y de los requisitos de entrega es señal de seriedad.
Por todo ello considero que una traducción de calidad es la que consigue comunicar y conectar de forma eficaz con sus lectores, alcanzando así la finalidad de su documento original, ya sea esta incrementar las ganancias de forma directa (ganar una licitación, cerrar una venta o convencer a las personas con capacidad de decisión) o incrementarlas de forma indirecta (reforzando la imagen corporativa y el renombre entre el público objetivo).
Si los conocimientos que tienes del idioma de destino de la traducción son pobres o nulos, no dudes en comprobar la calidad del texto a través del lector del mismo, véase el distribuidor, usuario, cliente, etc. al que va dirigido. Pide su opinión. ¿Es esta una buena traducción? ¿Se ha usado la terminología correcta? ¿Es la traducción adecuada para su fin? De esta forma sabrás si el objetivo final se ha cumplido, es decir, si se ha alcanzado la tan deseada y necesaria comunicación.
Antes de despedirme te invito a que si alguien de tu entorno necesita contratar un servicio de traducción le facilites estos criterios para que los puedan tener en cuenta y así ayudarles a elegir.
Correctora Profesional, Lda. en CC. de la Información
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