¿Trabajas con vídeos? ¿Te has planteado traducir su contenido o quizás subtitularlo?
Cada día son más las empresas que deciden utilizar medios audiovisuales como vídeos para promocionar o incluso explicar a sus clientes cómo realizan su trabajo o qué procesos llevan a cabo, puesto que es un contenido mucho más sencillo para el cliente e incluso menos tedioso. Esto, unido a un mundo cada vez más internacionalizado, nos lleva a una necesidad de facilitar toda esta información a clientes potenciales que no necesariamente hablan nuestro idioma, y ahí es donde se convierte en una necesidad tener un contenido adaptado a todo el mundo. Pero, ¿qué conlleva o qué podemos esperar cuando pedimos una traducción o subtitulación para alcanzarlo?
Principalmente, a la hora de encargar una traducción de nuestros contenidos audiovisuales, una de las cosas que debemos tener en cuenta es que, al igual que pasa con los textos, hay diferentes formatos de vídeo que podemos utilizar, entre los más comunes estarían el MP4 (quizá el más fácil de manejar), MOV, AVI, WMV… Solo con esto se podría trabajar perfectamente para realizar una traducción de nuestro vídeo sin necesidad de entregar nada más.
Después de recibir el vídeo un miembro de nuestro equipo hará la transcripción del audio del vídeo, creando, de esta forma, el guion con el contenido para poder traducirlo a los idiomas requeridos, así como una guía de tiempos para colocarlos en el vídeo de forma que el audio y el texto estén perfectamente sincronizados para mantener la naturalidad del discurso.
Como se indica anteriormente una vez realizada la transcripción se procede a traducir el contenido del vídeo a los idiomas que necesitemos, asegurándonos por un lado que la traducción coincida con los tiempos del discurso y, por otro, que el estilo y el lenguaje sigan el espíritu y alcancen los mismos fines y público objetivo que el vídeo original. Para ello, trabajamos en equipo: un traductor se encarga de traducir y otro revisa lo realizado por su compañero.
Si el cliente ya dispone del guion con todo el contenido del vídeo no será necesario realizar la transcripción del vídeo, por lo que se agilizará todo el proceso.
Pero, ¿cómo recibiré la traducción de mi contenido? Esto dependerá de lo que necesitemos; podemos solicitar la entrega en un documento de texto al uso (con los tiempos insertados en el mismo) o tal y como dijimos antes, solicitar la entrega de o bien un archivo de vídeo con subtítulos integrados o un archivo de subtítulos que podremos incorporar a nuestros reproductores (como las extensiones .vtt o .srt), algo que será ideal si queremos un contenido en diferentes idiomas y que es más interactivo y sencillo para nuestra audiencia.
Puesto que los archivos de vídeo pesan mucho más que los de texto, también deberemos tener en cuenta que estos normalmente no se pueden mandar fácilmente adjuntos a un correo electrónico, ya que la mayoría de gestores de correo no permiten hacerlo si se supera un tamaño concreto de archivo. Cuando esto suceda, también tendremos que plantearnos tanto al mandar como al recibir nuestro contenido utilizar plataformas como WeTransfer, OneDrive o SharePoint, entre otros.
¿Necesitas una traducción de tus contenidos audiovisuales? ¿Tienes alguna pregunta? ¡No dudes en contactarnos!
Correctora Profesional, Lda. en CC. de la Información
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